La semilla de Chia comenzó a usarse en la alimentación humana unos 3500 años antes de Cristo y se convirtió en un cultivo básico en el centro de México entre 1500 y 900 a. C. Los aztecas recibían semilla de Chia como tributo anual de los pueblos conquistados y la ofrendaban a los dioses durante las ceremonias religiosas. Sus semillas eran utilizadas como alimento y en la elaboración de medicinas. Llegó a ser uno de los principales cultivos, superado sólo por el maíz y el poroto.
Su uso en las ceremonias religiosas paganas y su dificultad para adaptarse a las condiciones climáticas europeas, sometieron a la Chia a 500 años de olvido. Su cultivo sobrevivió sólo en pequeñas zonas en áreas montañosas del sur de México y Guatemala, hasta 1991. En ese año se inicia un programa de investigación y desarrollo que reconociendo sus propiedades trabajó para su recuperación.
Aceite de Chia: Nueva Fuente Natural de Omega-3
Las semillas de Chia contienen una variedad de ácidos grasos, y son particularmente ricas en ácido alfa-linolénico (60-63%),
Debido a su alto contenido en ácidos grasos Omega-3, el aceite de Chía reduce el riesgo cardiovascular actuando como sustrato para la transformación enzimática en DHA (ácido docosahexanoico) y EPA (ácido eicosapentanoico).
El ácido alfa- linolénico constituye el 60 % de los ácidos grasos totales de la Chia, convirtiendo a este producto en la fuente más importante de ALA (ácido alfa-linolénico) de nuestra dieta.
Omega 3 y prevención cardiovascular
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son una de las principales causa de muerte en Canadá, USA y también en la Argentina.
Las medidas dietéticas para reducir el riesgo de ECV se enfocan principalmente en la reducción del consumo de ácidos grasos saturados y trans-grasos para disminuir el colesterol de la sangre.
La reducción del consumo de grasa saturada y ácidos trans-grasos, y el incremento del consumo de grasa poliinsaturada, grasa monoinsaturada y fibra, ayuda a disminuir el colesterol total de la sangre y el colesterol LDL. Las dietas ricas en ALA, de las cuales la Chia es una de las mejores fuentes, brindan protección de muertes cardíacas repentinas y embolias.
Los datos científicos y clínicos emergentes de los estudios secundarios de intervención exhiben suficiente evidencia sobre el potencial preventivo que tienen los AGPI Omega-3 sobre la salud, en particular por sus efectos sobre la evolución de enfermedades cardiovasculares y estados inflamatorios crónicos.
Si bien no se ha establecido con precisión una “dosis diaria recomendada” de Omega-3, se sabe que incrementarlo mediante la dieta y suplementos es una decisión prudente.
La Asociación Americana del Corazón y el Departamento de Salud del Reino Unidor recomiendan el consumo de 2 a 4 gramos diarios de Omega-3 para personas con triglicéridos altos. Asimismo, junto con la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomiendan incrementar el consumo de Omega-3 a la población en general.
Efectos cardioprotectores de los Omega-3
- Favorece la circulación sanguínea.
- Regula la hipertensión arterial.
- Reduce los triglicéridos.
- Mejora la relación colesterol HDL/LDL.
CHIA: INFORMACION NUTRICIONAL
25 grs. (porción) de semilla de Chia contienen:
| Calorías | 113,00 |
| Proteínas | 4,7 gr. |
| Ac. Grasos Omega-3 | 4,6 gr. |
| Lípidos total | 8,4 gr. |
| Lípidos Saturados | 0,7 gr. |
| Fibra Dietaria | 4,5 gr. |
| Colesterol | 0 mg. |
| Sodio | 0 mg. |
| Calcio | 179 mg. |
| Hierro | 12,2 mg. |
| Magnesio | 117 mg. |
| Manganeso | 1,46 mg. |
| Zinc | 0,93 mg. |
| Fósforo | 231 mg. |
| Cobre | 0,61 mg. |
| Molibdeno | 0,95 mg. |
| Vitamina A | 176 ug. |
| Tiamina (B1) | 0,36 mg. |
| Niacina | 2,1 mg. |
| Riboflavina | 0,06 mg.
Fuente: revistabuenasalud.com
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