Nuestro mayor recuerdo de que alguna vez estuvimos conectado por medio de un “canal” o de un “cable” a nuestra madre, siempre queda con nosotros como un gran recuerdo, incluso así no lo queramos llevar.
Pues para nadie es un secreto que cuando apenas somos un feto (tenemos poco tiempo de haber comenzado nuestra reproducción) y nos estamos desarrollando dentro del útero de nuestra madre, existen estructuras que nos permiten que aprovechemos los nutrientes de nuestra madre y además intercambiar sustancias de desecho con ella (que si es capaz de poder deshacerse de todo esto) y entre esas estructuras, la única o más importante, se denomina placenta y está adosada al útero de la madre pero la conexión de esto hasta el feto, la termina haciendo el cordón umbilical.
Fíjate entonces, que es mucha la importancia del cordón, pero todos sabemos que al nacer nos despojan de este y nos queda una cicatriz a la cual llamamos después “ombligo”. Es entonces por tales motivos, que el ombligo es una muestra de vida; y resulta que científicos han descubierto algo, que al parecer nos demuestra que lo sigue siendo aún después del nacimiento.
Continúa leyendo entonces, porque según la forma de tu ombligo, podrías estar a punto de encontrar una función en tu cuerpo, y que no sea simplemente una cicatriz. Pero ¿Cómo es esto? Pues investigadores se han dedicado a encontrarle alguna función a este vestigio de nuestro nacimiento, y ciertos hallazgos resultan interesantes, porque fortuitamente pudieron encontrar que esa estructura que navegaba en el líquido amniótico y que fue cortado al nacer, pudiese tener alguna relación con ciertas enfermedades sobretodo de tipo genéticas.
Es de imaginar entonces que una estructura que le provee a un organismo de todo lo necesario para que se mantenga vivo, pueda hablarnos entonces de ciertos cambios o enfermedadesque pudiésemos considerar congénitas; y de antemano hablamos que una mal formación en los vasos sanguíneos que conforman el cordón, nos habla directamente de daño o problemas en los riñones, pero en este caso quien se encargará de hablarnos directamente será la forma del ombligo: aplanado, protruido, ovalado, redondo ¿Cómo lo tienes? No esperes más y mira le video.
Esperemos que este contenido sea de gran ayuda y que te pueda ser útil para que seas capaz dereconocer lo normal, y así puedas tener la destreza de identificar lo anormal y tomar las medidas necesarias rápido.
Fuente: remedios-caseros-salud.com

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